Hoy en día la negación de la raza en la comunidad científica es tan normal como la negación de que la homosexualidad es una patología mental en la comunidad psicológica. Inclusive se utiliza como argumento que “puede existir más diferencia genética entre dos blancos que entre un blanco y un no-blanco”.
Ambos casos se deben a un mismo fenómeno, no científico sino más que nada político, que es la censura científica de todo lo que pueda llegarse a utilizar para socavar el orden de lo “políticamente correcto”. Así vemos como, mientras muchos científicos niegan la existencia de las razas humanas, al mismo tiempo la utilizan en el campo de la investigación como un factor a tener en cuenta.
Se nos plantea así un raro escenario donde, mientras la raza es “científicamente” negada al público, la ciencia avanza cada vez más en este campo, incluso aprovechando los resultados del Proyecto Genoma, que abrió el camino a la investigación de ADN humano, para producir avances médicos basados en cadenas genéticas individuales de cada raza.
También es notable que en todo el mundo, más que nada en los EEUU, la policía utilice el análisis de ADN para detectar, no sólo la raza de un criminal, sino también la sub-raza y posibles mestizajes para obtener el perfil físico. A pesar de que se usa regularmente y ayudó a resolver muchísimos crímenes de forma exitosa, este método, por supuesto, está intentando ser prohibido constantemente por organizaciones anti-racistas, algunas veces alegando racismo otras veces alegando que las razas no existen.
Si fuera verdad que la raza no existe, o que puede existir más diferencia genética entre dos blancos que entre un blanco y un no-blanco, ¿cómo puede entonces utilizarse el ADN para identificar racialmente y de forma tan precisa a una persona? ¿cómo puede utilizarse el ADN para diseñar tratamientos médicos individuales para diferentes personas de diferentes razas?.
Si la raza es a-científica, entones se podría acusar a la policía y a los científicos de practicar brujería o magia en sus investigaciones, ya que la raza esta presente constantemente como factor y los resultados de esas investigaciones son exitosos. Totalmente incoherente, pero así es la Inquisición del siglo XXI, de la que no se salvan ni los científicos.
Simplemente entendemos que las sociedades más fuertes, dinámicas y avanzadas del mundo son las sociedades democráticas tolerantes e igualitarias.
Aristóteles se equivocó en muchas cosas, en lo que dijo: Que pensaba que en cualquier estado, la armonía y la democracia no son posibles más que si existe una homogeneidad y una connivencia étnicas, un parentesco cultural y racial. En eso estaba en lo cierto, porque las sociedades más homogéneas como Islandia; Noruega, Japón y Costa Rica, son las sociedades del mundo con el índice más bajo de criminalidad.
El sociólogo negro sudafricano, de etnia Zulú, Kredi Mutwa, escribía en su libro My People: “Negar las diferencias fundamentales entre los negros y los blancos, es negar la naturaleza y la vida. Es tan estúpido como decir que la feminidad y la masculinidad no existen. Aquí se descubre una falta de sentido común en el hombre occidental. El hombre negro acusa en sí mismo más que el blanco su personalidad racial y es por naturaleza más reticente a aceptar la utopía de un hombre universal”
Lo ha escrito un negro y está a favor de que existen las razas humanas, dice que negar eso es negar la naturaleza y la vida, y se le ve que no tiene ninguna intención de creer en un hipotético hombre universal mezcla de todas las razas, se siente a gusto siendo negro y lo manifiesta.
La antropología tradicional y la taxonomía, siguen siendo válidas, porque cuando se estudia la sangre de una población, en sus haplotipos, primero se hace una selección de las personas a estudio que mejor coincidan con lo catalogado por la ciencia racial, la antropología y la taxonomía, para definir determinada raza. Así que la antropología tradicional tiene todavía mucho que decir, sin ella hubiese sido imposible catalogar por los haplotipos a las diferentes razas humanas.
El biólogo evolutivo de la Universidad de Reading, Mark Pagel era uno de los científicos que pensaban que las razas humanas no existían, Pagel ha cambiado totalmente de opinión diciendo:
"Hay una censura muy intensa en la manera que se nos permite pensar y hablar de la diversidad de gente en la Tierra. Oficialmente, "somos todos iguales: no hay razas". Erróneo, como las viejas ideas sobre la raza; los estudios modernos sobre el genoma revelan un panorama sorprendente, apasionante y diferente de la diversidad genética humana. Por término medio, unas razas somos genéticamente similares a otras en un 99,5%. Este porcentaje no es el que se barajaba antes; es menor que el calculado previamente, que era del orden del 99,9%. Para poner en perspectiva esta diferencia, que puede parecer minúscula, hay que subrayar que genéticamente somos similares en alrededor de un 98,5%, o puede que más, a los chimpancés, que son nuestros parientes evolutivos más próximos. En otras palabras, este nuevo porcentaje reviste gran importancia para nosotros. Entre otras cosas, deriva de muchas diferencias genéticas pequeñas que se han conocido a partir de estudios comparativos de poblaciones humanas. Todo esto significa guste o no, que puede haber muchas diferencias genéticas entre poblaciones humanas, incluso diferencias que podrían corresponder a la antigua clasificación por razas, y diferencias que son reales, en el sentido de que hacen a un grupo determinado mejor que otro a la hora de dar respuesta a un determinado problema particular del medio en que se desenvuelve. Esto no quiere decir en modo alguno que haya un grupo que en general sea ‘superior’ a otro, o que un grupo debería ser preferido sobre otro. Ahora bien, nos pone sobre aviso de que debemos estar dispuestos a hablar de diferencias genéticas entre poblaciones humanas".
Diferencia entre el ADN de diferentes razas humanas:
Les han obligado a decir a los científicos bajo amenazas de despedirlos y aun cosas peores, a decir que la diferencia entre los humanos en el ADN es de 0,01%, pero esto no es verdad, el chimpancé es el animal evolutivamente hablando más parecido al hombre y nos parecemos en un 98,4%, luego la diferencia es de 1,6% y nos separamos hace 6 millones de años.
Los humanos se separaron de un grupo homogéneo hace 120.000años, se sugiere que estaban en África, no por otra cosa porque el cráneo homo sapiens más antiguo vivió en África, pero sabemos que ya había habido homínidos en Eurasia hacía muchos miles de años atrás, pero desde hace 40.000años se aceleró la evolución, sobre todo desde hace 10.000años en que se cambió el 7 % del ADN. Si la evolución desde hace 6 millones de años hubiese ido a esa velocidad, nos diferenciaríamos ahora de los chimpancés en 160 veces más.
160*1,6 = 256% .........256% / 6 = 42,666% en 1 millón de años. Por una sencilla regla de tres, tenemos que: 42,666% es a 1 millón de años como x es a 10.000ños, por tanto, x = 0,42666% .
Si la evolución hubiese ido menos rápida tendríamos: 1,6% / 160 = 0,01 % ; por tanto en 5,99 años * 0,01% = 0,0599%, pero este dato es menor que el real, porque no cuenta que la evolución se aceleró hace 40.000años. Vamos a suponer que se aceleró a la décima parte que ahora, sería 16*1,6% = 25,6%, en 6mill. será: 25,6/6 = 4,2666 % en 1 mill. de años; aplicando una sencilla reglade tres: 4,2666 es a 1 mill. como x es a 0,03 mill. x= 0,128%; por tanto la diferencia entre el ADN de diferentes razas es:
0,42666% + 0,128 + 0,0599% = 0,61466% de diferencia entre humanos que en realidad, un poco más y seríamos especies diferentes.
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